Existen varias modalidades de donación de sangre:
- Donación de sangre total. Es la más habitual. Después de la extracción, se realiza una separación posterior, para obtener los diferentes componentes sanguíneos: un concentrado de hematíes, un concentrado de plaquetas y una unidad de plasma.
- Aféresis. También se puede donar solo uno de los componentes, mediante un procedimiento denominado aféresis, empleando separadores celulares, que devuelven al donante los otros componentes. Ambos tipos de donación son necesarios y además no son excluyentes, por lo que se pueden intercalar.
- Donación autóloga. Es importante conocer la posibilidad de donar sangre autóloga, es decir, para uno mismo, cuando se va a someter a una intervención quirúrgica programada. Es una práctica sencilla, segura y eficaz, que se realiza de manera coordinada entre el servicio quirúrgico correspondiente y el centro o servicio de transfusión y que permite obtener la sangre necesaria, del propio paciente para hacer frente a las pérdidas durante la intervención.
La donación de sangre total dura unos diez minutos, mientras que la de aféresis dura algo más, alrededor de una hora; una vez efectuada la donación se pasa a la sala de recuperación para tomar un refrigerio.
Una vez hecho esto, la sangre o el componente donado pasa a los laboratorios para ser analizada y procesada y tenerla lista lo antes posible para ser administrada al paciente que lo necesite.